El viejo Almacén. BsAs

Surplus Approach

“Es necesario volver a la economía política de los Fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx. Y uno debe proceder en dos direcciones: i) purgar la teoría de todas las dificultades e incongruencias que los economistas clásicos (y Marx) no fueron capaces de superar, y, ii) seguir y desarrollar la relevante y verdadera teoría económica como se vino desarrollando desde “Petty, Cantillón, los Fisiócratas, Smith, Ricardo, Marx”. Este natural y consistente flujo de ideas ha sido repentinamente interrumpido y enterrado debajo de todo, invadido, sumergido y arrasado con la fuerza de una ola marina de economía marginal. Debe ser rescatada."
Luigi Pasinetti


ISSN 1853-0419

Entrada destacada

Teorías del valor y la distribución una comparacion entre clásicos y neoclásicos

Fabio PETRI   Esta obra, traducida por UNM Editora, ha sido originalmente editada en Italia con el título: “Teorie del valore e del...

23 ene 2012

El papel de la city



Por Pablo Bortz *
Los titulares económicos se enfocaron últimamente en Europa, pero pocos alertaron acerca de otras fragilidades del sistema financiero global. La crisis europea es apenas otra carta en un castillo de naipes: la caída de cualquiera puede provocar el colapso de toda la construcción, tal como hace tres años. Y la mayoría de las cartas en la base de este castillo están vinculadas con la desregulación financiera y la laxitud regulatoria. Los factores que causaron el colapso de 2008 siguen ahí. Y la atención se ha desviado hacia un centro que no había atraído las miradas en este esquema, hasta ahora: Londres. La permisividad regulatoria, la cooptación de los reguladores y la libertad de acción no existen en otro lado como en la City.
Un reciente estudio del FMI trata sobre ello, a través de un canal específico: una práctica llamada re-hipotecación. Un fondo toma un préstamo, compra unos activos que pueden ser usados como garantía para el préstamo, y el prestamista a su vez usa esa garantía para sacar otros préstamos y así sigue la cadena. Los préstamos son el lubricante del sistema financiero, y mientras estén regulados correctamente, y con una vigilancia efectiva, los problemas serían menores. Por ejemplo, normas sobre la cantidad de plata que se puede “re-hipotecar”, o distinguir entre la plata propia del fondo y la plata de los clientes. En el Reino Unido no existen tales regulaciones.
Así, muchos bancos y fondos ponen subsidiarias en Londres, transfieren dinero y activos desde Estados Unidos y pueden re-hipotecar sin límites. Y pueden usar para ello tanto el dinero tomado con deuda perteneciente al propio fondo como el de los inversores, ya que ahí no corre la separación de cuentas. Todo esto lleva a un incremento del “apalancamiento”: el sistema financiero británico debe el doble que el norteamericano en términos del PBI. El FMI estimó en 6 billones de dólares a fines de 2010 esta cadena de endeudamiento.
¿Cuáles son los peligros? ¿Cómo juega Europa en esto? En primer lugar, la calidad de los papeles que se compran con los préstamos y que son usados como garantía a lo largo de la cadena. Esos papeles son, entre otros, bonos de deuda europea. El Banco Central Europeo, al negarse a financiar a los gobiernos –algo que hicieron todos los bancos centrales desde su aparición con el Banco de Inglaterra—, ha deteriorado la calidad de esas deudas y bajado la cantidad de activos “seguros”, erosionando la calidad de las garantías y llevando a otro “momento Lehman”.
¿Por qué podría romperse la cadena? En Estados Unidos se aprobó una ley en 2005 (y hay leyes similares en otros países) que permite a los tenedores de esta clase de deudas y otros papeles, de acuerdo con las condiciones de los contratos, adueñarse de las garantías en caso de bancarrota del deudor, aun antes de que se liquiden los activos para pagarles a los inversores originales. Mejor apropiarse rápido del activo, evitando una pelea por los restos que queden, siendo que nadie está seguro acerca de la propiedad de las garantías y de la solvencia del deudor.
En 2011, el fondo MF Global, cuyo CEO era el ex gobernador de Nueva Jersey y ex ejecutivo de Goldman Sachs, Jon Corzine, fue a la quiebra, apostando plata de los inversores de su fondo de forma ilegal, y desapareciendo 1200 millones de dólares previo a la liquidación de los activos, que pertenecían, como dijimos, a los inversores. Parte de esa plata, 600 millones de dólares, apareció luego en JP Morgan, que le había prestado a MF Global. Apostar la plata de los inversores es legal en el Reino Unido.
Fue a partir de esto que se empezó a hablar del tema de la re–hipotecación, sin límites ni regulación. Y no es sólo esa práctica. La aseguradora AIG, que tuvo que ser rescatada por el gobierno norteamericano en 2008, vendió a través de su oficina en Londres 2,7 billones de dólares en seguros contra default, justo antes de la caída de la compañía, sin el más mínimo control de las autoridades londinenses. Y ya sabemos cómo terminó esa historia.
La desregulación del sistema financiero lo llevó a (otro) precipicio, y de nuevo será el Estado el que deba salvar a los bancos y fondos de pensiones. Pero esta vez no será tan fácil por la escala de la pirámide de endeudamiento, porque los Estados europeos ya están en dificultades y porque sería (deseamos) políticamente imposible que las poblaciones paguen las pérdidas de las apuestas de los especuladores financieros. Pero sin reestructuración de deudas (para bajar el nivel de apalancamiento del sistema), restricciones más estrictas para el rango de acción de las instituciones financieras y un control democrático de los centros financieros (en contraposición al actual control financiero de las democracias), el sistema será cada vez más vulnerable a los problemas que enfrente, y más dañinas sus explosiones.
* Economista - Universidad Tecnológica de Delf.

Una muerte anunciada


Por Andrés Lazzarini * y Margarita Olivera **
La profundización de las medidas de ajuste y las políticas neoliberales recientemente anunciadas por la Unión Europea no parecen ser otra cosa que una sentencia de muerte, al menos para las economías más débiles de la región. Es difícil imaginar que tasas de desocupación del orden del 10 por ciento a nivel UE, que llegan a 22,9 por ciento en España, 18,8 en Grecia y 14,6 en Irlanda, puedan revertirse con medidas como el achicamiento del Estado, ajuste salarial, precarización del empleo y políticas de déficit cero. Más aún, el viraje hacia la derecha por parte de los nuevos gobiernos de la región da la pauta de que se continuará por este tortuoso camino.
La UE justifica las medidas sosteniendo que el problema de la crisis yace fundamentalmente en la esfera financiera de la economía y que, por ende, el endeudamiento y el gasto de los países son el mal a combatir. Sin embargo, no consideran mínimamente el carácter real que encierra la crisis en la región y que parecería signar su futuro económico.
Se trataría del viejo y conocido problema de la realización del excedente de producción, según el cual parte de la producción no puede ser vendida debido a la insuficiencia en la demanda agregada. La tendencia a la baja en los salarios en las últimas décadas (al menos en los sectores no exportables), profundizada por políticas distributivas regresivas y disminución de las políticas del Estado benefactor, se conjugó con la pérdida de la riqueza acumulada (ahorros) por parte de las familias debido al colapso financiero internacional que aún hoy sigue en curso.
Mientras que para suplir los ingresos corrientes faltantes y seguir consumiendo se venden las joyas de la abuela, parte del valor de esas joyas se reduce día a día por efectos del colapso financiero (por ejemplo, los títulos públicos). Por esto no se puede suponer que únicamente con medidas de regulación del sistema financiero mundial se pueda resolver la crisis. Para poner un coto a la recesión va a ser necesario apuntalar la demanda agregada, y así aumentar el empleo y el consumo.
Sin embargo, habría que ver hasta qué punto políticas que incentiven la demanda agregada no chocan con los intereses de los grupos económicos de poder. Una nueva “época dorada”, como aquella caracterizada por las políticas keynesianas en tiempos de la segunda posguerra, no parecería ser hoy factible, sobre todo si tenemos en cuenta la dirección que está tomando el paquete de medidas que plantea la UE para salvar a la región. En pos de mantener la existencia del euro, la obsesión por parte de la Comisión Europea de contener los niveles de endeudamiento y achicar el Estado para reducir el déficit está en los antípodas de lo que significan políticas de demanda expansiva.
En la nueva versión del Tratado de Maastricht (borrador del 10 de enero) se estipula que la deuda externa no deberá exceder el 60 por ciento del PIB y que el déficit no podrá superar el 0,5 por ciento del PIB; en el caso de ser buenos alumnos y mantener bajo el endeudamiento, el déficit podría llegar al 1 por ciento.
En efecto, volviendo a nuestro principal argumento, si el problema para el sistema es la venta de los productos excedentes (una vez descontados los salarios y la reposición del capital utilizado), entonces será el mercado externo la vía probable de realización, como señalara Michal Kalecki. Así, los grandes de Europa (especialmente Alemania) encontraron en la periferia europea el mercado externo de sus excedentes. Excedentes enormes explicados también en parte por la moderación salarial reinante en las últimas décadas. Por otra parte, desde el punto de vista de los países periféricos de la UE, el chaleco de fuerza de la moneda única les ha impedido ser competitivos en el mercado exterior, y el único modo de sostener el euro ha sido mediante crecientes niveles de endeudamiento a altas tasas de interés. Práctica que claramente beneficia a la gran banca europea. Las finanzas, entonces, no han estado “descontroladas” sino que más bien han sido funcionales a un modelo neomercantilista que le ha permitido al “núcleo” europeo poder seguir colocando sus excedentes. Lo que emerge no es entonces que las finanzas en sí mismas estén enfermas sino la propia dinámica de un sistema perverso que está llevando a la ruina a gran parte de la población en beneficio de algunos Estados poderosos y sus bancas. Por ello, regular las finanzas o salvar a los bancos nunca será la solución al problema de fondo. El objetivo de la política económica debería ser salvar a la gente, para así poder salvar a la economía.
* UBA-Conicet.
** Unsam-Conicet.

Pagina 12

13 ene 2012

Profesor Monti, Despues de Berlin ¿adonde se va?

por Sergio Cessaratto















Estimado Profesor Monti:

La señora Merkel tras reunirse con ud estaba muy agitada. Muchas veces no apreciamos su aplomo excesivo, pero en esa conferencia de prensa ha dado gusto, aunque sonaba irónico. El encuentro fue precedido por su entrevista con Die Welt, un importante diario conservador alemán en el que ud había expresado conceptos que, si no del todo aceptables, sin embargo, muestran, por último, una Italia con la espalda un poco mas levantada en Europa:

"Estoy convencido de que los riesgos para mi gobierno no son de Italia. [¿De dónde, entonces? Pregunta el] entrevistador de Europa. El problema es ... que la Unión Europea, a pesar de estos sacrificios, no está cumpliendo, en términos de una reducción en la tasa de interés. Los sacrificios realizados por los italianos que pagaran en tres, cinco, diez años, para nuestros hijos. Y, lamentablemente, vemos que esta política en Europa no cuenta con el reconocimiento y la valoración que merece de forma objetiva. Si los italianos en un futuro próximo no vieran los resultados de su disposición para las reformas y el ahorro, surgirá -como ya se observa- una protesta contra Europa y también contra Alemania como un promotor de la intolerancia de la UE y contra el Banco Central .Pido a los italianos enormes sacrificios - pero ellos pueden preguntar si los beneficios están surgiendo ".

No compartimos, por supuesto, la utilidad de muchos de los sacrificios, especialmente las destinadas a empeorar las condiciones de vida de la clase media baja. Inútil incluso antes que injusto, lo hemos dicho muchas veces. Creemos que podría haber estado presente en Europa con una maniobra tan rigurosa, pero que no fuese como es la actual, una contribución a la recesión italiana y europea. El presidente Napolitano y ud me responderían que esto era el ticket a pagar para volverse creíble y después, seamos sinceros, a pesar de provenir de historias muy diferentes, ustedes al final creen en las virtudes de cilicio*. En verdad, un movimiento que genera recesión la convierte en difícil de creer, y de hecho sus efectos sobre los notorios spread fueron, en las últimas semanas, nulos.

El hecho es que tal vez reforzado por los daños recesivos, producto también de su propia  maniobra, se vio obligado a tener, con gracia y firmeza, por supuesto, una mano dura con Merkel: mire señora, que si Europa no se mueve, aquí todos tocamos fondo.  Merkel no está quizá habituada a oir decir esto de una manera tan responsable, y un economista conservador italiano - el super-Mario para entendernos - es, sin duda mentalmente más flexible que un economista alemán pedante y doctrinario (aunque no todos son así, por supuesto, ver por ejemplo Este valioso documento de la Fundación Ebert). Sin embargo, un discurso claro para el gobierno alemán podría ser aún mejor después de una maniobra que había señalado la  estabilización de la mera relación deuda / PIB, la cual, acompañada por una fuerte demanda de un compromiso europeo con las tasas de interés más bajas y las políticas expansivas, habrían permitido el sostén para el crecimiento tanto de la oferta y la demanda, como se argumenta en el documento de los economistas del pasado mes de noviembre. La pena, en la maniobra, que estaba destinada a la lucha contra la evasión fiscal, la ineficiencia pública y privada, destinando sus frutos de la infraestructura, la industria y el medio ambiente, y no a recortar derechos y las pensiones.

Por desgracia, aquí podemos ver, nos perdona ud, algunos de sus límites de pensamiento económico al que se refiere - parafraseando a Keynes, como un político que no es esclavo de algún economista difunto, sino de sí mismo. Desafortunadamente, Ud. realmente cree que el crecimiento económico es un hecho que se causa desde el lado de la oferta - la reforma del mercado laboral, la liberalización y la competencia. En estas medidas, sin embargo, hay algo de bueno en el intento de socavar algunas posiciones de ingresos que aumentan nuestra inflación estructural, y que sin embargo requieren para su eliminación, especialmente la inversión en infraestructura y el ahorro de energía. 

Pero tiene mucho de mala: la venta de las empresas públicas y reducción de los derechos de los trabajadores. Por encima de todo, sobre la reactivación de la demanda agregada - verdadera clave para el crecimiento - usted no quiere ni oír hablar, al punto que la en la Cámara, en el informe de su misión en Berlín, ha llegado según la crónica a declarar: "Sólo los nostálgicos pueden pensar que el crecimiento deriva de la ampliación de la demanda, derivada de las políticas de déficit público. Este no es el momento”.
“Sería - agrega- un crecimiento efímero el volver a comportamientos de déficit y menos que menos a políticas monetarias laxas"." Pero en fin, es para preguntar, ¿qué ha pedido a los alemanes? Incluso D'Alema, en su réplica estaba defendiendo la necesidad de una distribución más equitativa de los ingresos para apoyar la demanda en Europa, a pesar de que lo había apoyado para negar la oportunidad de una política europea de balanza expansiva en este momento, pero si no es ahora, ¿cuándo? 

Com'on  profesor Monti, sin un renacimiento de la demanda italiana y europea el crecimiento no se dará nunca jamás. Y de hecho no parece que, después de todo, se haya logrado mucho, a pesar de que es sólo resultado impactante para Angela Merkel esencialmente una atenuación de algunas de las medidas draconianas de rentabilidad de la deuda y las sanciones consiguientes, y una vaga alusión al hecho de que el BCE podría desempeñar un papel aún no bien definido. Sin embargo, esas medidas siguen fuera de este mundo, y todavía se devuelve a un contexto, el de los "six pack" de marzo pasado, que definirlo como afixiador es poco.

Su entrevista con el Canciller dio ayer (Jueves, 12 de enero) un poco de confianza a los mercados. Tal vez esto se deriva principalmente del hecho de que ustedes han demostrado, con la serenidad y el dominio que le son propias, que con los alemanes se puede avanzar mediante la aplicación de la fuerza en el simple hecho de que sus políticas conducen a la política de un común desastre seguro. Pero si usted va a hacer poco o nada realmente sustancial, el pesimismo de nuevo prevalecerán. Pero para impulsar algunas de sus creencias adelante son propiamente algunas de sus convicciones intelectuales un obstáculo. No menos que en el caso de los alemanes, que también han sido sacudidos por la constatación de que tal vez un ambiente de recesión, fruto de políticas de mortificación de la demanda agregada, es el peor para implementar las reformas del lado de la oferta (aquellos socialmente justos, por supuesto) , lo que requerirá recursos junto a una inversión para la modernización.

 La reactivación de la demanda agregada se logra con la ayuda de políticas fiscales y monetarias europeas adecuadas, de equidad distributiva y la superación de la desacreditada doctrina de la "contracción fiscal expansiva" de colega Alesina, es la clave para salir de la crisis. Su mente se debate entre el saber y sus creencias doctrinarias, el espíritu más liberal y anglosajon, y aquel mas alemán y ordo-liberal. Nos hacen soñar, y nos dan esperanza. Nos llevan hacia un Ordnung (orden) keynesiano, un ordo-keynesianismo europeo.
(Publicado también en línea en Micromega)

*Referido al Masoquista. Cilicio es una camisa de crin, bastante molesta de usar, pero que varios religiosos usan para autoflagelarse por sus pecados.

11 ene 2012

El "pacto fiscal" no ha solucionado la crisis del Euro

 Por Arestis y Sawyer


En un post del (19 de diciembre de 2011) se argumenta que el reciente "pacto fiscal" acordado por la Unión Europea (UE) / Unión Monetaria Europea (UEM) en su reunión de diciembre 2011 8th/9th no se pudo entregar. Ahora que han surgido más detalles, está claro que la situación es aún mucho peor que lo que parecía ser en primera instancia. Ahora está claro que ni los gobiernos de los países de la UEM ni el Banco Central Europeo (BCE) se han comprometido a hacer lo suficiente y mucho menos de manera satisfactoria. El BCE no está preparado para realizar la función propia de cualquier banco central, a saber, la función del "prestamista de última instancia". Los gobiernos la UEM no han avanzado en la idea de los 'eurobonos', según la cual los miembros de la UEM comparten la carga de las economías con problemas de deuda.
Los mercados se habían estado comportando de una manera alentadora en el período previo a la cumbre del 8th/9th diciembre, los rendimientos de los bonos a largo plazo italiano y español cayeron - dos países grandes de la zona euro, los cuales habían alcanzado niveles no vistos desde la formación del euro. Desde entonces, los rendimientos de los bonos aumentaron inicialmente y volvieron a caer después de la intervención del BCE el 21 de diciembre de 2011, por el que € 489,2 mil millones fueron inyectados en el sistema bancario de la zona euro en forma de préstamos bancarios. Esto se llevó a cabo a través de la Operación de Financiación a Plazo Largo (LTRO), uno de los mecanismos del BCE. Hubo más de 523 bancos participantes, animados por los políticos de la región, que tomaron en préstamo € 489,2 mil millones en tres años, lo que equivale al 5 por ciento del PIB de la zona euro, en realidad un monto mucho más grande de lo esperado. Es la mayor cantidad presentada en una operación del BCE hasta el momento.
Sin embargo, esta cantidad no es tan grande como podría parecer ya que el BCE cambió de fondos a corto plazo, de hecho, la cantidad de "fresca" liquidez sólo fue de unos 190 millones de euros. El euro y las acciones también subieron como consecuencia de ello. Se esperaba que el exceso de liquidez mencionado fuera utilizado para financiar la compra de deuda pública de mayor rendimiento de la zona euro periférica, contribuyendo así a aliviar su crisis de la deuda. Tal optimismo, sin embargo, ¡nunca se materializó!
El entusiasmo inicial de los mercados de pronto se desvaneció - los rendimientos de los bonos de la deuda pública italiana y española subieron y las acciones, así como el euro se retiraron (tan pronto como el BCE intervino como se sugirió anteriormente). Esto no es sorprendente, tales medidas sólo ayudan a hacer frente a la escasez de liquidez en el sector bancario de la zona euro, pero no a conceder nuevos préstamos al sector privado ya que los bancos se deshicieron de activos en un intento de cumplir las nuevas normas de de capital que se espera que comenzarán a regir en junio de 2012.

También está el problema más grave que el pobre desempeño económico de la mayoría de los países de la zona euro no permitiría materializar la demanda necesaria de crédito por parte de las empresas y los consumidores. La experiencia relevante del periodo que va desde agosto de 2007 es muy reveladora a este respecto, sugiere que los bancos esperan acaparar el dinero en efectivo, especialmente en vista de las necesidades inminentes de refinanciación en el primer trimestre de 2012 y también las expectativas sombrías para el año 2012 y después.
De hecho, los bancos de la zona del euro habían depositado € 452 mil millones con el BCE el martes 27 de diciembre de 2011 (Financial Times, 28 de diciembre de 2011), la semana después de la operación LTRO. Sin embargo, se espera que los países en los que las dificultades económicas surgieron de su sector bancario, como España e Irlanda, obtengan alguna ayuda de esta operación.
Curiosamente, el miércoles 28 de diciembre 2011, 9 mil millones de euros fueron vendidos en bonos italianos a seis meses al 3,25 por ciento, por debajo del registro de la zona euro del 6,5 por ciento alcanzado en noviembre de 2011. Sólo para volver a su nivel original en el mismo día una vez que se conoció que el depósito del banco € 452 mil millones- con el BCE. El 29 de diciembre, la demanda general de los bonos italianos a diez años fue baja con la venta de € 7000 millones de euros en vez  del objetivo de 8.500 millones. Como resultado, el interés exigido por los inversionistas de estos bonos fue por arriba del nivel crítico del 7 por ciento, que es visto como insostenible por los mercados, después de la subasta. Pero una vez más, el BCE no está preparado para actuar como "prestamista de última instancia", por lo que no interviene en los mercados de deuda pública. Esto sería un acto ilegal de acuerdo con el presidente del BCE (véase, por ejemplo, The Economist, 17 de diciembre de 2011).
La promesa de 200 millones de euros del FMI a los países miembros de la UEM para hacer frente a la crisis, claramente no es suficiente, pero se tiene la esperanza que otros países fuera de la zona del euro los sigan. Además, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM) acelera su entrada tan pronto como sea ratificado por el 90 por ciento de los Estados miembros con compromisos de capital en el mismo. El objetivo para el ESM es entrar en funcionamiento en junio de 2012, antes de lo previsto, (enero de 2013). El aumento, además de los € 500 mil millones ya previstos para el ESM, será examinado en marzo de 2012. Es ampliamente reconocido que las cantidades que acabamos de referirnos, no serían suficientes para cubrir las necesidades de endeudamiento de Italia y España, si fuese necesario en el futuro cercano.

Es evidente que el “pacto fiscal", como se demostró el 19 de diciembre en la entrada del blog anterior y en el actual, no es alentador en absoluto. Bajo las actuales circunstancias económicas, son las políticas económicas para promover el crecimiento las que son vitales. El ´pacto fiscal' no contiene nada de las políticas económicas necesarias.

Original: Triple Crisis 

7 ene 2012

El desarrollo económico de la Rusia Soviética: entre papas y ojivas



 Nikolai Ivanovich Bukharin                                 Yevgeni Alekseyevich Preobrazhensky

Presentamos el trabajo de Eduardo Crespo y Mirelli Maraguti, publicado en el número 9 de  Hindustri@ sobre el debate producido sobre el tipo de industrialización en la URSS.


Este trabajo analiza el contexto económico y geopolítico del debate sobre la industrialización ocurrido al interior del partido bolchevique entre Preobrazhenski y Bukharin. Un rápido catch up industrial era imprescindible para un país aislado en términos internacionales, en proceso revolucionario, y atrasado en términos económicos. Sin embargo, el proceso de industrialización enfrentaba significativas contradicciones sociales. La entrega de las tierras a los campesinos en el inicio de la revolución generó una caída del excedente agrícola que trababa el proceso de industrialización. En ese contexto, se plantearon dos alternativas: o se aceleraba el desarrollo industrial con el riesgo de declarar una guerra a la mayoría campesina, o se optaba por un crecimiento a “paso de tortuga”, que imposibilitaba el necesario catch up industrial y militar con las potencias más desarrolladas.


Los éxitos iniciales del modelo de industrialización soviético tuvieron un significativo impacto sobre el pensamiento y las políticas desarrollistas de la posguerra. Muchas de estas políticas, por ejemplo, priorizaron el desarrollo industrial en menosprecio del agrícola, hecho que después se debió pagar con problemas estructurales como cuellos de botella en la producción de alimentos con destino a las ciudades e inflación estructural. Otra consecuencia particularmente negativa de la experiencia soviética sobre el pensamiento desarrollista ha sido el ilegítimo traslado de ciertas características propias de economías planificadas al análisis de economías de mercado.
Tal es el caso de las típicas nociones prekeynesianas presentes en buena parte de la literatura desarrollista según las cuales en las economías en desarrollo existiría una “insuficiencia de ahorro” que obligaría a acudir al “ahorro externo” o a alguna otra fuente de financiamiento para la inversión. Lo mismo vale para la presunta existencia de una relación inversa entre el consumo y la inversión, por la cual al reprimirse el primero aumentaría el excedente con destino a la segunda. Estas apreciaciones pasan por alto que en la experiencia soviética estás opciones contradictorias eran efectivamente reales porque la URSS no era una economía de mercado. Allí, tanto en la primera etapa cuando el agro retrocede a condiciones precapitalistas como después de consolidada la planificación central, la oferta de productos no respondía a los criterios de rentabilidad propios del mundo capitalista. Así, la inversión inevitablemente debía reducirse toda vez que aumentaba el consumo y viceversa.

 Pero en las economías capitalistas que analiza la literatura desarrollista nada semejante a un agro precapitalista o a una planificación central indica que el consumo y la inversión deban moverse en direcciones opuestas.



Para ver el trabajo ACA