(Columna de Alejandro Fiorito, economista y profesor de la Universidad Nacional de Luján -UNLU-)


En los países periféricos que no emiten moneda internacional se producen estructuralmente, ante períodos de gran crecimiento, cuellos de botella de divisas, –únicas mercancías escasas, en tanto son refugio de valor dentro del patrón de dólar flexible– (1).

En punto a causalidades con la restricción externa actuante, “todos los gatos son pardos” y reaparecen las inconsistentes visiones económicas convencionales que sistemáticamente confunden ahorro con financiamiento en divisas, que incoherentemente igualan la importancia entre déficit fiscal y de cuenta corriente (aunque emitimos pesos y no dólares) o que enfatizan los pedidos de ajustes del gasto (como si la economía estuviese en pleno empleo de recursos) o que explican la inflación por “emisión” de dinero (como si esta fuese exógena) y que, ignorando el acelerador de la inversión por la demanda autónoma sin canales de transmisión válidos, retornan las noventistas causas del crecimiento “por el lado de la oferta”.
No faltan, con sesgo neodesarrollista, los reclamos devaluatorios, basados en negar el realismo de las inelasticidades-precio del comercio, y asumir al tipo de cambio “competitivo” como sinónimo de demanda efectiva (2). Sin embargo, las devaluaciones afectan contractivamente a la distribución del ingreso y que, junto a la puja distributiva posterior, es la variación de salarios y del tipo de cambio los que explican la inflación de costos en la Argentina (3). Y así como la holgura externa no asegura mayor producción, asimétricamente una mayor restricción externa de divisas necesariamente la limita.
El llamado “viento de cola” sin dudas da espacio fiscal para un mayor crecimiento (importaciones), pero esto último depende de las políticas de demanda seguidas por los gobiernos. Por ejemplo, con mejores precios relativos, Brasil creció aproximadamente la mitad que la Argentina entre 2003-2008.

Cuenta de capital y deuda externa
También la historia del endeudamiento externo por políticas ortodoxas en nuestro país marca prejuicios entendibles a la hora –inevitable– de financiarse en el exterior. Conseguir divisas sin precios al alza de nuestros transables obliga a hacer jugar a la cuenta de capital, con el objetivo que el Banco Central vuelva a administrar flexiblemente el tipo de cambio, haciendo converger al paralelo. Por lo que no es correcto asociar el uso de la cuenta de capital a la ortodoxia económica y a sus “endeudamientos seriales”. Existen claras causalidades y límites no convencionales (va de suyo el necesario control estatal), que pueden y deben adoptarse para el fortalecimiento de las cuentas externas:
  • Una condición necesaria para limitar la formación de activos externos es la reducción del diferencial nominal negativo de tasas de interés de nuestro país, que está correlacionado econométricamente con la fuga de divisas (FAE). Tomado del reciente trabajo de M. De Lucchi, S. Guaita y N. Guaita (4), la línea es la diferencia entre la tasa nacional de interés (i) y lo que se debería pagar para igualar el resultado de la suma de riesgo país, devaluación esperada y tasa internacional (i*).

Fuente: De Lucchi, Guaita y Guaita, 2013

Bien entendido en esta diferencia (i-i*) no se trata sólo de subir las tasas de interés pasivas (i) a cualquier nivel, sino también de reducir i*, es decir, la devaluación esperada y reducir el riesgo con más señales que erogaciones efectivas y hacia allí van el nuevo IPC, renegociaciones varias con litigios externos, Banco Mundial, CIADI, acuerdo con Repsol, etcétera. Los efectos contractivos pueden compensarse fiscalmente y/o con segmentación de mercados como sucede en Brasil. Sin esta condición lógica resuelta, la FAE es una condición persistente de erosión de las reservas sin depender de ningún “efecto cultural argentino”.
  • El financiamiento externo a corto plazo, que debe tener como condición que su uso no se aplique a gastos corrientes, ni en proyectos productivos para el mercado local, sino en actividades vinculadas a generar su repago y diversificación exportable. Líneas de financiamiento con condiciones razonables de interés (Rusia y China) así como de organismos internacionales pueden ayudar a ganar tiempo para superar problemas de liquidez a corto plazo.
  • Los swap de monedas con el Banco Central de China y Brasil, que permiten dar una mayor estabilidad a las condiciones de nuestras reservas aun no usándolas. China ya ha dado líneas swap en su moneda a 19 países donde el principal objetivo de los receptores fue permitir superar las turbulencias financieras y para China la expansión del remnimbi. Para nuestro caso, ayuda a reforzar el manejo del tipo de cambio por parte del BCRA, respaldando a la cantidad menor de reservas actuales.
  • Las inversiones externas que, reguladas por el Estado como YPF-Chevron y potenciadas por el acuerdo con Repsol, apuntan en el mediano plazo a reducir el déficit comercial energético, lo que permitirá regenerar las compras estatales para dar escala al resto de la economía y facilitando políticas de planificación de sustitución de importaciones, por ejemplo, de autopartes, un sector deficitario en divisas.
Al respecto, es fundamental para cualquier medida de planificación del desarrollo comenzar a armar una operativa matriz I-O actualizada de la economía (5). Las actuales condiciones internacionales no representan, como en otras décadas, un abismo externo, como lo indica la situación holgada en divisas de los países de la región. Hay altos precios de nuestros exportables y bajas tasas de interés internacional.
Conociendo las causalidades y condicionamientos que implican la obtención de divisas, el nuevo equipo de Economía puede planear un crecimiento alto y sin intermitencias, más a tono con el desacople que exhiben el resto de los países periféricos.

(1) https://cdi.mecon.gob.ar/bases/doc/cefid-ar/35.pdf
(2) https://cancilleria.gob.ar/cei
(3)http://circusrevista.com.ar/wp-content/uploads/Fiorito-Guaita-Guaita-2013-circus-81-104-2.pdf
(4) http://grupolujan-circus.blogspot.com.ar/2013/11/una-explicacion-alternativa-la.html

(5)
https://drive.google.com/file/d/1JbhQN_ZOerkX_6lP1Tsmwhi0xaMN0uEK/view?usp=drive_web




 Original: El Economista